Aislamiento y la salud mental: Una perspectiva pastoral

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By David Palomino

Con la reciente revolución asociada con el COVID-19 y la imperiosa necesidad del preventivo aislamiento social, es también importante pensar en el impacto negativo que el aislamiento social puede causar a nuestra salud mental y como podemos manejarlo de una manera productiva sana y enriquecedora.

Condiciones tales como la depresión y la ansiedad no se hacen esperar en situaciones como las que estamos viviendo. En muchos casos por la preexistencia de estas condiciones y en otros casos como una reacción a lo que estamos viviendo en estos días. Estos problemas de las emociones se espera que acrecienten a medida que progresen los reportes de las evaluaciones, las sobre cargas de noticias en la televisión y redes sociales, y el establecimiento de medidas por parte del gobierno federal y estatal para la protección y control de la población.

Reconociendo la realidad del impacto en los cambios de hábitos, funciones sociales diarias y aislamiento social, es de esperar que se hagan más común casos de declinación emocional en miembros de nuestras congregaciones. Los seres humanos somos creaturas sociales que generalmente somos validados por nuestras funciones sociales y cuando estas son forzadas a ser cesadas, entramos en una ansiedad por restablecer un balance. Antes de lograr este deseado balance debemos pasar por un proceso de asimilación, ajuste y adaptación a las nuevas condiciones.

No todas las personas tenemos el mismo modelo de manejo y fortaleza para el manejo de cambios drásticos como el que estamos viviendo, algunas personas con historia de depresión y ansiedad declinan emocionalmente durante este tiempo y por esta razón es importante proveer algunas herramientas prácticas para el manejo del aislamiento, las emociones y los pensamientos.

En la Biblia no encontramos el termino “Salud Mental” pero todo el mensaje de la Biblia con respecto al cuidado del alma se aplica a nuestra salud mental. El alma de acuerdo con nuestra teología incluye la parte psíquica, los sentimientos, las emociones del individuo y el ministerio de la iglesia local debe incluir una pastoral que alimenta también esta parte del individuo.

“Primero es importante establecer que un problema de salud mental no siempre es el resultado de un problema espiritual ni un problema espiritual es siempre el resultado de un problema de salud mental”. Cuando la causa de la depresión o ansiedad es pecado, debe intervenirse espiritualmente para restaurar a nuestro hermano o hermana. Si la causa de depresión o ansiedad tiene su origen en problemas físicos o imbalance químico, estas deben ser evaluadas y tratadas por un profesional de la salud que pueda asistir en el restablecimiento de la química cerebral. Debemos ser cuidadosos de no generalizar y terminar añadiendo un estigma y más dolor a la persona que ya se siente mal por la forma en que se siente. Yo diría que esta es una de las causas principales por las que un cristiano no busca ayuda en tiempos de crisis emocionales. Debemos ser sensibles durante este tiempo donde  el aislamiento social puede hacer mas evidente casos de ansiedad que antes no eran tan evidentes debido a las ocupaciones diarias.

Algunas actividades practicas que contribuyen a nuestro bienestar durante estos tiempos de aislamiento incluye:

Mantener actividad física: tratar de hacer ejercicio por 20 a 30 minutos al día estimula y energiza nuestro cuerpo para estar despejado y abierto a nuevas ideas y actividades.

Lea su Biblia: Escoja un libro de la biblia que no ha leído antes, memorice versos bíblicos, haga un diario de pasajes bíblicos que le han ministrado a lo largo de su vida etc.

Ore con propósito: Además de su oración diaria, haga una lista de peticiones y personas por las que se compromete a interceder. Este ejercicio le ayudara a enfocarse en otros de una forma práctica y útil mientras disipa el enfoque en todo lo negativo de la situación actual.

Mantenga la disciplina de la higiene personal: báñese cada día, lávese los dientes, vístase, aunque no puede salir etc. El cuidado personal nos anima y estimula nuestra estima personal.

Aliméntese saludablemente: estar aislado y sin actividades estimulantes tiene un efecto aburridor. Este sentimiento es interpretado por la mente como fatiga. Este atento a los horarios normales para comer, este seguro que la alimentación es balanceada y saludable.

Escriba un diario: Lo que estamos viviendo con el Covid-19 es un evento histórico, el mundo entero está paralizado por una pandemia. Escriba la historia como usted la está experimentando, escriba sus actividades y los ajustes que ha tenido que hacer para manejar la situación de una forma adecuada

Reflexione con propósito: Nuestro Dios tiene propósito con todo lo que ocurre con su creación y El nos permite vivir circunstancias como estas para que tengamos razones de honrarlo y glorificarlo por lo que aprendemos en cada situación.

Dialogue con propósito: Establezca diálogos alrededor de fotografías familiares para contar experiencias vividas.

Reduzca: la cafeína, la cantidad de horas viendo las noticias. Ocúpese más en actividades prácticas para estimular la mente, el cuerpo y el espíritu

Animo, todos estamos en un proceso de ajuste, pero tenemos la gracias de Dios que nos acompaña y nos afirma cada día para seguir adelante con nuestros ojos puestos en el autor y consumador de la Fe.


Dr. David Palomino es el Pastor de la Misión Bautista Hispana de Valdosta Ga. y es profesor de Psicología en North Florida College

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